viernes, 14 de octubre de 2011

Es curioso, no?


Mil cosas, tú, mil cosas, tú, mil cosas, tú. Como un reloj, un tic-tac nervioso que destrozó de pleno todos mis planes; es curioso, ¿sabes? es curioso como acabo desviándome al mismo sitio y perdiendo el sentido hasta no saber ni quién soy yo. Ni siquiera quién eres tú. Aunque eso no es nada nuevo. Lo que significa que esta historia se ha pasado de moda, y por mucho eterno retorno, a ninguna parte, que hagamos está caducada. Pasada de fecha. No sé si allí, pero aquí, tu esencia sabe a podrido y a mentira.
Es curioso, ¿sabes? Es curioso que cada vez que hablo de esto, tiene menos sentido lo que digo, menos lo que hago, y más sentido ponerle un punto y final a esta crisis de identidad sin nombre.
Ahora bien, te propongo uno de nuestro juegos, otro más, uno penúltimo. Cambiemos las tornas, sé tú por mí, juega tú mis turnos que yo haré muy bien eso de: estar en la casilla de 71 turnos sin tirar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario